[¿Sabéis quién era Jane Eyre? Pues este texto me ha recordado un poquito a la traumatizada vida que lleva esta institutriz de niños; Jane Eyre es un libro que ha gustado a todos los que lo han leído y que os recomiendo para estos días que ya se alargan como una lengua de sapo que caza una mosca]
Oh…Hola.
Bueno para empezar me llamo Alice. En resumen, tengo una vida que da asco.
Tengo 12 años y vivo con mi padre y con una sirvienta. Vengo de una familia muy
adinerada, pero por culpa de mi padre todo se esfumó. Mi madre murió justo cuando
nací, así que no la conocí, pero por fotos que encuentro por casa, veo fue muy
guapa. De mi padre…Pues no hay mucho que decir. Simplemente, me odia. Me dice
que soy un error, que soy demasiado fea para haber nacido y que, por culpa mía,
mamá ha muerto. Lo cual me parece absurdo porque gracias a ella estoy aquí.
Valoro más la vida así que le doy gracias por ello a mi mamá, aunque no esté
aquí…
Vaya,
se me olvidó un pequeño detalle. Soy sordomuda. Exacto no puedo hablar ni oír.
La sirvienta, que se llama Caroline, me dijo que yo no había nacido sorda ni
muda…Me pareció raro y hasta hoy sigo sin saber por qué.
A
pesar que soy así, voy al colegio…Qué horror. Me hacen bulling todos los días.
Es una costumbre. Bueno como no escucho sus insultos tampoco me afecta tanto.
Aunque hay veces que me pegan…Tuve una amiga de la infancia. Se llamaba Laia.
Ya no me habla casi porque es un año mayor que yo, así
que va al instituto. Yo todavía estoy en el colegio. Sí, he repetido porque
tenían que tratarme por lo que soy actualmente… También me hacen bulling por
eso. A veces la llamo, pero no me contesta. Me dijo su hermana que estaba por
un momento difícil…La quise ayudar, pero no pude. Me dijo algo que se le murió
su amiga o su abuela, ya no me acuerdo. El punto es que ya no habla, así que no
tengo a nadie que me ayude en el colegio. Nadie se acerca a mí.
En
casa…Al menos tengo a Caroline. Yo a ella, la trato como una madre porque me
cuida mucho, pero no siempre está para mí porque tiene que trabajar, claro.
A
veces miro por la ventana y me pregunto por qué tengo que vivir yo esto. Odio
ser sordomuda, pero así soy y así seré hasta que encuentren una manera que me
cure…
Me
llama mi padre…A ver qué cuento me saca… Espero que no haga lo mismo que me
hizo ayer…
(Valeria Solís, 2º C)
