(Quiero aclarar que ya sé que el personaje es
sordomudo. En la historia va a parecer que habla por el signo del diálogo, pero
en realidad, ella está escribiendo en un papel y el personaje con quién habla
también le escribe por papel. Gracias y disfrutad :))
Miré por la ventana. A ver qué me depara el destino.
¿Llegaré a Londres? ¿Qué será de mi padre? ¿A qué instituto iré en Londres?
Dudas por resolver.
-Alice, como veo que estás sola, mi hijo se sentará
al lado tuyo.
- Espera, ¿qué? No, no hace falta. Estoy
acostumbrada a estar sola, además que me gusta.
- Anda no seas tímida. Que mi hijo no muerde.
- Lo que me faltaba - dije en mi mente
-Hijo,
ven. Te sentarás con tu nueva amiga.
- Está bien lo que sea, pero que no me hable durante
el vuelo.
¿Perdona? Tu padre me ha puesto conmigo para que
hablemos, no para que me ignores. A ver, tampoco es que me interesara su vida,
pero quería conocerlo…
- Oye, ¿por qué eres tan frío?
-No me conoces. Siempre he sido así con la gente, y
más con las chicas…Me pongo nervioso cuando hay una chica conmigo.
-Entonces, ¿cómo tienes novia?
- Porque ella se declaró y yo no pude decir que no.
- Pero, ¿la quieres?
- No, para nada. Pero como te dije, no podía decir
que no.
- Tu padre se cree que la quieres…
- Pues sí, pero que se crea lo que quiere. Además,
él sabe que soy muy sensible con las chicas. Se me hacía extraño que creyera
eso. Bueno, me estoy rompiendo la mano de tanto escribir. Mira concéntrate en
tus cosas y yo en las mías, ¿vale?
- Lo siento, pero no tengo otra manera de hablarte.
- Ya. Pues no es mi culpa que seas sordomuda…
…Me quede en blanco…No, no era mi culpa…Se me
saltaron algunas lágrimas…
-Alice, espera…No, no quería decir eso. Te lo
prometo. Soy muy frío contigo, princesa
Sí, sí excusas. Espera… ¡¿QUÉ ME HA LLAMADO!? Mira,
mejor no escribo nada, que si no la liamos…
Bueno, estábamos a punto de aterrizar. Eran las diez
de la mañana. No era un vuelo muy largo, pero para mí, fue eterno. No paraba de
pensar en lo que me dijo Mark: princesa. Y,
¿si le gusto? Bueno a mí también me gusta un poco…
Llegó la hora del aterrizaje. Estaba temblando, pero
de repente…Sentí una mano…
-Si tienes miedo, dame la mano. No te preocupes…
¿Desde cuándo Mark es así conmigo? Primero, le caigo
mal. Después, me llama princesa. Por
último, me agarra la mano. ¿De qué va este chaval?
-Ves no ha sido para tanto. Tal vez no has estado en
un avión, ¿no, princes…? ¡¿DIGO!? ¿Alice?
- ¿Estás bien? Te veo nervioso.
- No, no. Solo que…
Madre mía… ¡MUY CERCA!
-Perdona, de verdad. Me puse nervioso. Es que te me
haces un poco bonita… ¡PERO! Solo un poco.
-Venga chicos, ya llegamos. Mark, trae a tu novia.
Vale. Esto se está volviendo una catástrofe. ¿Le
gusto a Mark? No me lo creo… Serán los nervios. ¿Quién se fijaría en mí?
Nadie…Mejor no me ilusionó.
Saliendo del aeropuerto, estaba mi tía. Le di un
fuerte abrazo.
-Alice, preciosa, ¿cómo has estado?
-Bien, gracias, tía
- ¿Qué tal con tu novio?
-Mark, no es mi novio, tía…
- Pues ojalá lo fuéramos…
- ¿Qué has dicho Mark?
- ¡NADA!, ¡NADA!, papá
Mark es un cotilla. Ha leído el papel dónde le
escribí eso a mi tía…
-Alice, cariño, te tengo una sorpresa que lo
llevarás toda tu vida. Súbete al coche y lo verás…
¿Una sorpresa que lo llevaré toda la vida? Estoy
deseando ver qué es....
…
Llegamos a un hospital. Era el hospital más bonito
que había visto. Nos acompañaban Mark y su padre, todavía. Entramos y esperamos
en una sala muy bonita. Dudé un poco… ¿Por qué estábamos aquí? Yo no estoy
malita de algo… Mark y yo nos pusimos a jugar con unas tablets que había. No
paraba de mirarme el pervertido ese. Nos llamaron para entrar. ¿Mi tía ya había
pedido cita? Esto me está dando miedo, más que Mark y sus miradas hacia mí.
-Bienvenidos. Por favor Alice siéntate aquí.
Wow. El doctor ya sabía que era sordomuda y ya tenía
su presentación preparada. Me senté con mucho nervio…
-Hola, Alice, soy el doctor Ramírez. Tranquila no te
voy a hacer daño, solo te voy a cambiar la vida… Ya sé que eres sordomuda.
Lamento mucho que hayas sido así. No me gusta ver gente que no puede ni oír ni
hablar. Tu novio tiene que estar muy triste y preocupado por ti…
Ya estamos… ¡QUE MARK NO ES MI NOVIO! SÍ, ME GUSTA,
PERO NO SOMOS NOVIOS. Cuántas veces lo tengo que repetir…
-Bueno voy al grano. Toma…Esto es para ti. Póntelo
en el oído…Espero que funcione…
Me lo puse como pude porque no tenía ni idea.
-¿Me oyes, Alice?
…
N-no…puede…ser. Estoy escuchando…Mamá, escucho…Ojalá
vieras esto…
Me tiré al suelo, llorando de felicidad. Nunca
olvidaré este momento… Caroline, estoy escuchando… Por fin… “las cosas
anteriores han pasado”.
-Alice, ¿me escuchas?
-Sí, Mark, te escucho.
-Te quiero…
-Y yo…
Nos abrazamos, todos nos abrazamos. Es el mejor día
de mi vida. Todavía sigo mudo, peo estoy feliz porque la gente solo me llamará
“muda”, no “sordomuda”. Un paso más y llegaré a tener una vida normal…
El doctor examinó sobre por qué estaba muda. Nos
dijo que no estaba muda del todo. Que había mejorado. Le dijeron a mi tía. Que
me ayudara a intentar, al menos, hacer ruidos, no importaba lo extravagantes
que sean. Y después, intentar decir palabras.
¡QUÉ FELICIDAD!
Pero, no todo es felicidad y risas… Mark y su padre
se iban a vivir a otro lado de Londres, a la otra punta… No…
Mientras mi tía y el padre de Mark hablaban, yo
estaba con Mark en un banco…
-Alice, ahora que me puedes oír, te quiero decir
algo, pero no me respondas…Eres…preciosa. Eres la persona más especial que he
conocido. En este poco tiempo te has vuelto muy especial para mí… Por eso te
quiero decir que…TE AMO. Te quiero mucho y te voy a echar mucho de menos,
princesa…
No pude resistirme lloré, con él. Nos dimos un beso
y un abrazo. Te voy a extrañar muchísimo, Mark. También se ha vuelto alguien
muy especial para mí…
Cuando se subió al coche, no pude resistirme…Les
seguí, pero no mucho porque no corro tan rápido y DIJE:
“E-EL A-AMOR N-UN-NCA F-ALLA”
Mark se fue, pero vi su cara de asombro y vi como
lloraba al verme decir eso en voz alta. Adiós…
Por supuesto mi tía también estaba alucinando.
Al día de hoy estoy muy agradecida. Me hubiera
gustado que mi mamá y Caroline hubieran visto lo que hecho y lo que me ha
pasado… Las quiero ver…
Solo quiero decir…GRACIAS. De verdad, muchísimas
gracias… Sé que ahora vienen nuevos retos, nuevas metas. Mi padre…estará bien.
Y seré feliz, de eso estoy segura... porque ya no
soy “SORDOMUDA”
(Valeria Solís, 2º C)