martes, 31 de marzo de 2020

Costumbres de los famas (Valeria Solís)

Una de las actividades para esta semana consiste en leer varias historias del libro Cronopios y famas de Julio Cortázar y dibujar vuestra interpretación de la historia. Con esto puedo observar vuestra comprensión lectora, con qué os habéis quedado de la historia y cómo la plasmáis.

¿Por qué ese libro? Dejando a un lado la devoción que pueda tener hacia este escritor, del que os he hablado en clase y hasta mostrado su tumba, lo curioso del libro es que no existen descripciones sobre sus personajes más relevantes: cronopios, famas y esperanzas. Necesitamos leer sus historias para conocerlos un poco. Cortázar crea una micro-sociedad con estos seres que se inventa, que realizan las actividades que hacemos nosotros.

Aquí os dejo con la maravillosa interpretación de Valeria Solís (2º C)


Poema a Sally Mann (María Calderón)

Tengo miedo, no por verme
sola
ni por triste alojamiento o 
apartado refugio.

Tengo miedo, cuando caigo
en un sueño
y despierto sin el privilegio,
privilegio de vivir.

Privilegio de despertarme
y que todo sea un sueño

(María Calderón, 2º D)

Los dioses también tienden la ropa



Como hemos hablado ya de los mitos y leímos varios en clase, quisiera compartir con vosotros a Alexey Kondakov, que sabe captar a los dioses atracando a los borrachos, tendiendo la ropa, disfrutando una rave o viajando en el metro. 

Este artista realiza collage fotográficos tomando una pintura (esos dioses que veis en la imagen son pinturas reales) e insertándolos en una imagen cotidiana, como es el hecho de tender las sábanas. Es bastante curioso, porque la técnica resulta tan perfecta que parece que de verdad hay un observador que se haya topado con una Venus esperando el cercanías o dos dioses hablando de la vida sentados en un banquito a la sombra. Y ese es el juego de las fotografías.

Esta diosa con querubines jugando a su lado al mismo tiempo que vende cerezas realmente parece extraída de un reportaje sobre los mercados de las ciudades:

lunes, 30 de marzo de 2020

Creando versos en la calle


Recordad que uno de los ejercicios es la creación de versos. Podéis copiar unos que os gusten, de un autor (pero versos de poetas), aunque os animo a que los escribáis vosotros. 

La idea sería hacer con ellos un mural de clase...pero como no estamos en el aula, de momento, podríamos colgar algunos por aquí.

Comparto esta foto de uno que está en la Avenida Daroca, parada de metro El Carmen (Madrid). "Aproxímate con cuidado, debajo de esta piel estoy latiendo".

Os presento a la poeta Ana Merino

Pequeña confesión

¿Si yo soy tu sueño
por qué me siento sola
cuando me sueñas?

Llego arrastrándome
a tu boca cuando duermes
y no sé cómo empezar
a contarte una historia
que se parezca a ti
para que nunca sepas
que yo vivo contigo.

Los sueños somos
como las sombras,
pertenecemos a un solo cuerpo
pero queremos ser
otra persona.

Certamen de haikus abierto

Hace poco os explicaba la belleza de las cosas pequeñas, como los haikus. Os recuerdo el enlace, clicad aquí.


Ahora os informo de este certamen que se está llevando a cabo a través de la plataforma Altavoz Cultural. Tenéis hasta el 10 de abril para presentaros. Os lo recomiendo; el anterior certamen era de microrrelatos y los seleccionados saldrán publicados en este enlace en breves.

Yo ya tengo preparado mi haiku. Es un ejercicio muy chulo: tenéis que concentrar una imagen evocadora en unas pocas palabras. Así que animaos y participad.
Imagen

El recuerdo (Jorge Bofill)


Hola soy Jorge, no me acuerdo de  casi nada solo me acuerdo de que estamos en epidemia por un  tal virus.
Me acabo de despertar, no sé qué ha pasado, al despertarme he visto a unas personas que afirmaban ser mi familia pero no sé quiénes son, me han dicho que intente recordar, pero mis recuerdos son blancos o borrosos.
Me han puesto ejercicios de memoria pero no me acuerdo de nada. He revisado mi teléfono y he visto a la gente que afirma ser mi familia y a una chica, también un canal de Youtube, me han dicho que era mi canal, así que he decidido verlo. En unos de los videos he recordado a uno de mis amigos llamado Walter, recuerdo que le conocí en uno de los colegios que estuve y que fui uno de sus únicos amigos, también he recordado que ha sido uno de los que más tiempo ha estado conmigo. Pero aparte de eso no he recordado nada más.
Esta noche no he podido pegar ojo ya que es muy raro lo que está pasando ahora en mi vida es una sensación rara es como que tu cabeza esté cerrada entre cuatro paredes.
No saber nada es como haber vuelto a nacer.
He salido a la terraza para coger aire e intentar recordar. Conseguí recordar a la chica de mi móvil, sé que era la chica que me gustaba y me acuerdo que le pedí una foto para hacerle una sorpresa y también recordé que ella no quería nada con alguien como yo pero yo no me rendía aunque seguir peleando fuese absurdo y con eso recordé que me dejaba guiar por mi corazón y sentimientos, eso explica muchas cosas más malas que buenas pero bueno. Al menos ya no acuerdo de las estupideces que dije y que hice. Eso es un consuelo para este tormento.
Pero lo que más me duele es no acordarme de mi familia. Es mi familia y son desconocidos para mí. Es un vacío en medio de mi corazón que es el que seguramente rellene los recuerdos de mi familia. Espera, acabo de acordarme de mi familia de mis perros pero aun me falta algo pero esto no es por acordarme de que me falta algo.
Y ya se lo que es salgo de mi casa mi familia me dice que no lo haga que no quieren perderme otra vez pero les prometo que volveré sano y salvo. Echo a correr hacia mi destino.
Me planto en la puerta de aquella chica le declaro mi amor ante ella le pido una respuestas, ella me da un sí como respuesta.

Y el pequeño hueco que faltaba por rellenar se rellena.  

(Jorge Bofill, 2º C)

Quise seguir vivo (Anthony Mejía)

[extracto]
 
17 de marzo del 2019
Ya son las 6:45 p.m. y acabo de tener mi primer acercamiento con un zombi. No sabía si iba a sobrevivir, pero un rayo de esperanza iluminó mi camino hacia un cuchillo y conseguí matarlo. No pude dormir toda esa noche.

24 de marzo del 2019
Hoy he pedido un encargo de armas a una tienda clandestina. Nunca pensé que iba a llegar a tanto…ya no sé si sobreviviré. Ahora creo entender lo que sintió Will Smith en su famosa película Soy leyenda.
 
12 de julio del 2019 
He salido a la calle y no he visto supervivientes. Solo estábamos mis dos perros y yo, que hace mucho no los mencionaba. He salido para ver si me encontraba con algo o alguien y, mientras iba caminando, escuché un ruido atronador en un antiguo piso franco que se encuentra cerca de mi casa. 

28 de noviembre del 2019 
Estamos a un día de mi cumple y uno de mis perros ha desaparecido. Dana es lo único que me queda en este juego mortal.

29 de noviembre del 2019 
¡De nuevo es mi cumpleaños! No me quedaba harina para hacer tarta, así que me he conformado con beber agua y una magdalena.

20 de diciembre del 2019 
Todo ha pasado muy repentinamente. Un día estaba celebrando mi cumpleaños y al otro he estado siendo perseguido por zombis. Sí, hoy he sido perseguido por ellos, y no es una sensación muy grata.  

31 de diciembre del 2019 
Hoy ha muerto mi perrita Dana; la han matado esos zombis. Ahora estoy completamente solo en el mundo…o eso pensaba. Me encontré con una mujer que me salvó la vida. Estaba yo incontrolablemente furioso, lleno de ira, hasta el punto en el que no me podía controlar y casi muero. Justo ella apareció y me salvó de la perdición.


2 de enero del 2020  
Hola. Soy la mujer que lo salvó. Él acaba de morir por salvarnos a mí y a mi hijo pequeño. Os lo contaré todo. Nos tenían rodeados. Estábamos en la única zona segura, hasta el momento en que rompieron las puertas.Él nos metió en la chimenea, cogió una granada y se llevó a los zombis con él. Por eso os estoy contando esto. 
Adiós y hasta nunca

(Anthony Mejía, 2º D)

domingo, 29 de marzo de 2020

Happy new year (Julio Cortázar)

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.

Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.

Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.

Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

Poemas a Circe (Guillermo, María, Rayan)


Siento una furia por dentro; dragones en los pies,
a los que no dejarán salir.
Una fuerte fuerza en la parte superior de mi cuerpo,
como unas alas para marcharme ya de aquí,
irme a un campo repleto de árboles,
irme al mar y soltar mi alma dentro de él,
quitar mis males y dejar solo lo bueno.

(Guillermo Bofill, 2º C)

Mis alas van desapareciendo,
creo que es fruto de mi rabia.
A este mar llegué,
y hasta que mi furia se apague...
aquí yo me quedaré.


(María Díaz, 2º C) 


Nublada en esta rabia me siento,
si cada grito que he callado
fuese una gota de agua,
ya tendría un mar en el que llorar.

(Rayan El Azeouzi, 2º D)
 
 

sábado, 28 de marzo de 2020

Cuidado con los sueños

Si esta noche soñamos que nos despertamos, desayunamos, nos lavamos la cara y no nos dejan salir; nos cepillamos los dientes y entonces nos sentamos a leer, a elegir una película entre mil, y cogemos un bolígrafo para dibujarnos la mano, y chocolate con almendras; y no nos dejan salir.

Y al despertarnos, desayunaremos, nos lavaremos la cara y no nos dejarán salir; nos cepillaremos los dientes y entonces nos sentaremos a leer, a elegir una película entre mil, y cogeremos un bolígrafo para dibujarnos la mano, y chocolate con almendras; y no nos dejarán salir.

Y si la siguiente soñamos que no nos dejan salir.

Y al despertanos tampoco nos dejarán salir.

Y todo esto ya lo hemos pasado.

Entonces estaremos viviendo doblemente confinados.
Y el tiempo se multiplicará.
Y el tiempo dicen que es una cuerda que se tuerce, se tambalea, se desenreda y se conecta de nuevo. Y tendremos ese tiempo en los sueños y ese tiempo en la cuerda entre las manos.

Así que tened cuidado.

La casa de las diez habitaciones (Ismael Saidi)


Cerca del vecindario hay una casa abandonada llamada la casa sin fin, los chicos la llaman así porque ninguno de ellos se ha atrevido a recorrerla entera; aquí es cuando comienza la historia de Davis, el chico que fue retado a recorrer la casa y, si lo conseguía, le prometieron 500 dólares. El chico no era especialmente valiente pero esos quinientos dólares eran muy jugosos…

Al día siguiente todos estaban listos. Davis entró con fingida decisión que se pudo notar luego, sus amigos se fueron a la parte de atrás de la casa para verle salir mientras uno vigilaba la puerta central. Davis vio que cerca de la entrada habían creado una especie de pasaje del terror y él tenía que seguir los números para llegar al final.

Cuando entró en la habitación 1 no pudo evitar reír: habían puesto una decoración con esqueletos, telarañas…Si todas las habitaciones fueran así, sería hasta divertido. Al entrar en la número 2, la casa había mejorado bastante. Había una máquina para crear humo, luces que creaban sombras…En la 3 había insectos reales, dentro de la cuarta entró en una habitación vacía completamente: aquí estuvo largo rato buscando una explicación hasta que un puente apareció sin más. La quinta y la sexta eran lo mismo: estaban vacías pero con un foco iluminándolo, en la séptima se sumió en una oscuridad tan profunda que no podía ver sus manos. Sabía aun así que alguien estaba con él en la habitación y eso no le hacía mucha gracia. Con angustia comenzó a arañar una de las paredes, con la esperanza de llegar a la siguiente habitación. No pensaba en seguir jugando, sino en salir de esa maldita casa. 

La siguiente habitación le empezó a romper por dentro. Pensó que estaba loco.

Vio a un chico parecido a él sentado en una silla. Tardó bastante tiempo en comprender que, si no mataba a su clon, no saldría jamás de allí. Y así hizo. Su clon empezó a desvanecerse y el foco se apagaba lentamente…Permaneció inmóvil horas, o días. 

Pudo ver un pasillo que le guiaba hacia una puerta sin número. Al atravesarla descubrió que había regresado al vestíbulo: había un cartel felicitándole y un fajo de billetes sobre una mesa. Comenzó a reír compulsivamente, pero aún rio más al descubrir que en su casa había un gran número diez en la puerta. 

(Ismael Saidi, 2º C)

Visitad Leolandia: un país muy original

  Gobernador: Leo Luján (2ºD) CLIMA  Leolandia está encima de dos elefantes que a  su vez están encima de una tortuga nadadora  gigante. El ...