Anécdotas (Valeria Solís)

-¡Mina, ven!

Esa fue mi madre. Seguro me dice que tengo que lavar los platos o hacer mi habitación. ¡Qué pesada! ¡Estamos en vacaciones!

Bajé las escaleras enfadada

-Mina, hija, ¿por qué te has tardado en venir? Te tengo una sorpresa.

Madre mía. Mi madre me va a dar un regalo. Esto me huele raro…

-Como ya sabes tu padre viene dentro de 2 meses, pero como te echa de menos dice que quiere darte esto y que le llames para saber si te ha gustado.

Papá…Mi padre se fue a Alemania por el trabajo. Lo echo mucho de menos…Va ser raro pasar el verano sin él… Pero ahora tengo ganas de saber qué me ha dado.

...

-¡Keila! ¡Más te vale venir, niña!

Otra vez…No quiero bajar. Tengo miedo…

-¡Si no bajas, ya sabes lo que te va a pasar…!

Tengo que escapar…Tiene que haber una salida. ¡Mi ventana! Esta vez no fallará…

…

Tengo que admitir que papá tiene buenos gustos, sobre todo conmigo. Me refiero que él sabe lo que me gusta, así que estoy segura que me gustará el regalo.

Venga, un poco más… ¡Jolín! Sí que lo ha envuelto bien.

Y… ¡Ya está! Vaya…Un libro… ¿Y de qué me sirve esto? Ah, que encima no es un libro, es un cuaderno. Espera, tiene un mensaje por atrás:

Hola cariño, ¿cómo estás? Te echo mucho de menos…Me haces falta. Extraño tus anécdotas graciosas e interesantes que me contabas, ¿te acuerdas? Yo me acuerdo cuando me contaste que tu mayor sueño es ser doctora para ver feliz a la gente enferma. ¡Qué maravilla de sueño! Sabes que estoy aquí para apoyarte, aunque esté lejos. Espero venir en menos de un mes…

Te he regalado este diario para que me escribas tus historias y pensamientos. Espero que te guste. Por cierto, me dijo tu madre que había nuevos vecinos. Visítalos de vez en cuando para que no te sientas aburrida escribiendo todo el rato.

Te amo un millón.

Yo también te quiero mucho…Y me encanta tu regalo.

…

Esta vez no me han pillado. ¡Qué alivio! Ahora… ¿Dónde voy? Tal vez me vaya a una librería. Amo leer y escribir, sobre todo escribir. Me encantaría compartir mis sueños a alguien, pero… ¿Quién querría saberlo? Nadie…

Bueno mejor me doy prisa, si no mi madre me pilla…

…

Ya he escrito mi primera anécdota en el diario. He escrito un montón, tres páginas y media. Pero ya me aburro. A lo mejor me voy a visitar a mis vecinos…Sí, eso voy a hacer. Me dijo mamá que tenían una hija y que su padre había muerto. Me da pena, así que voy a saludarla.

…

Vale. Tengo diario nuevo porque me lo acabo de comprar. Si se entera mi madre…me mata. Me he ido al parque un rato a escribir mis anécdotas que nadie quiere escuchar… Bueno ahora que lo pienso, tengo que entrar a mi habitación sin que ella seentere…

Tengo bastante miedo ya que mi madre es muy lista…Ya que…Allá voy…

…

Ahora que lo pienso los vecinos son muy callados, casi no hablan…Seguro que me oyen a mí, porque soy una gritona. ¿Eh? ¿Qué es eso? ¿Un libro tirado en el suelo enfrente de la casa de mis nuevos vecinos? Lo recogí sin miedo. Vi a una chica correr a lo lejos, a lo mejor se le cayó a ella, no lo sé. Bueno me lo llevo a casa y lo examino.

…

¡NO PUEDE SER! ¡MI DIARIO! ¡NO ESTÁ! ¡SI ALGUIEN LO LEE, ME DA ALGO! Lo bueno es que he entrado a mi habitación sin que mi madre se entere…Pero ahora eso no me importa. ¡QUIERO MI DIARIO! Quien lo haya cogido, que se prepare…

…

Abrí el libro…Es un diario. Empiezo a leer:

Querido diario,

No sé por dónde empezar. Bueno, me he escapado de casa para comprarte. Mi madre me odia a más no poder. Yo no he tenido la culpa que mi padre y mi hermana se hayan muerto…Quiero expresarte mis sentimientos, porque nadie lo quiere saber. En pocas palabras…ME ODIO. Doy asco, mi vida da asco…No soy nadie. Mi mayor sueño es ser doctora…  Quiero ver a la gente feliz. No quiero verlas sufrir porque yo ahora sufro mucho. También quiero ser doctora porque quiero curar mi enfermedad. Mi madre no me lleva al médico porque me dice que soy una exagerada y le daba igual lo que me pasaba… Sé que tengo una enfermedad porque casi todos los días me duele la misma parte.

Quiero tener amigos que me apoyen, quiero tener una familia que me apoye…Pero me tocó esta vida. Así soy y así seré.

No sé para qué compro un diario. Solo para expresar lo que siento. Pero te voy a quemar porque si alguien te lee…Así que prepárate porque desaparecerás, diario y yo puede que también…

Keyla.

Eso fue lo primero que leí…Madre mía… Dice que pertenece a una tal Keyla. Me suena ese nombre…

¡NO PUEDE SER! ¡KEYLA! ¡CÓMO NO ME HE ENTERADO ANTES!

Además, mi madre me dijo que la niña (mi vecina) se llamaba Keyla. Tengo que impedir que algo pase… Yo quiero mucho a Keyla… Es mi prima.

Dejé el diario en la puerta de mi… Bueno…Y me fui corriendo a casa…

Llegué a mi casa, triste pero sorprendida. Mi prima había desaparecido durante 5 años y ahora está aquí. Para desahogarme, quise escribir un poco en mi diario…

Tengo el diario equivocado… Parece ser que he dejado mi diario y tengo el de Keyla. Prefiero dejar de lado el diario de Keyla… Va a quemar mi diario… Tengo que impedirlo.

…

Ya es de noche… Mi diario… Escuché a alguien subir por las escaleras.

-¡KEYLA! ¡¿QUÉ ES ESTO!?

Mi madre… Salí con miedo…

Me pegó y me lanzó un libro dentro de mi habitación y se fue. Lo normal… Espera.

MI DIARIO. Puedo decir que por un momento amé a mi madre. Aproveché a que era de noche y salí corriendo a quemar ese diario… Y a desaparecer, por fin.

…

No conseguía dormir. Keyla iba a quemar mi diario no sé cuándo. Escuché algo…

Keyla… ¡KEYLA!

Estaba afuera. Grité con fuerza ya que no podía salir.

-¡KEYLA SOY YO, MINA! ¡ESE ES MI DIARIO! ¡DÁMELO Y TE DARÉ EL TUYO!

Keyla me vio y me reconoció. El fuego estaba enfrente suyo. Mi diario… Papá… Keyla…

-¡POR FAVOR KEYLA! ¡NO LO HAGAS! ¡TU VIDA VALE MÁS QUE CUALQUIER COSA!

Keyla se paró… Parece que se quedó pensando. Todo pasó tan rápido…

Adiós, diario… Adiós, Keyla…

                                                EPÍLOGO

-Perfecto, señorita Martínez, ya puede salir. Es usted encantadora. Oír sus anécdotas, son las mejores.

-Gracias, señor Pérez.

-Bueno parece que le caes muy bien al jefe. Es que tú y tus anécdotas son las mejores. Todo el mundo las ama. Deberías escribir un libro.

- No gracias, Irma. Soy feliz siendo lo que soy…No me gusta ser escritora.

- Tú te pierdes lo mejor. Eres tonta. Bueno, pasemos a otro tema. ¿Descubriste algo de la cura?

-No todavía no, pero pronto lo haré.

- Si te digo la verdad yo no he visto a nadie con esa enfermedad…

-Yo sí. Te lo cuento luego con un librito que tengo en la taquilla.

-¿Un librito? ¿Ese que siempre te lo veo cuando lo abres?

-Exacto…Es muy especial para mí, al igual que la persona a quien perteneció…

- Estoy deseando saber una nueva anécdota tuya…

(Valeria Solís, 2ºC)