Necesitábamos dinero, pero cómo lo conseguiríamos.
En ese
mismo instante Hielo dijo: ¡yo conozco a una persona, pero hay que tener mucho
cuidado con él, no le gusta la gente nueva!
Todos
estuvimos de acuerdo en quedarnos fuera mientras Hielo hablaba con él.
Estaba todo
muy silencioso no sabíamos que estaba haciendo Hielo ahí dentro, pero me
parecía muy extraño, he pasado por gente menos y más chunga que este y tenían un
ejército.
Se lo dije
a Sombra y a Roca y me dieron la razón.
En ese momento
les dije que fueran a por las AK-47 que esto me estaba dando muy mala espina,
ellos fueron pero escuché un "dispara" dentro, pensé qué está pasando, entro, espero a que traigan las armas, pero
en ese momento vi 5 francotiradores; avisé a Roca y a Sombra, yo entré y vi a
Hielo atado y con una navaja clavada en la zona de la apéndice.
No sabía
qué hacer, tenía miedo pero me acorde de el pacto, cogí un cuchillo de caza que estaba en el suelo y decidí
acercarme para ver cuántos eran: 3, no sería difícil matarlos pero sí lo sería
si hay que tener a Hielo con vida.
Decidí
jugar a algo que jugábamos cuando éramos pequeños, me refiero a un amigo mío de
la infancia: lanzamiento de cuchillo.
Pero lo
distinto es que las dianas eran personas y se movían.
Cogí un tubo,
un hierro afilado y pequeño y por ultimo
un cuchillo de cocina.
Me levanté
y…
Continuará
…
(Jorge Bofill, 2º C)
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